En un mundo cada vez más digital, la brecha digital es un desafío que afecta a muchas personas de maneras diversas. Como educadora social, es crucial entender que esta brecha no se trata solo de tener acceso a un dispositivo o internet, sino que abarca una serie de factores interrelacionados. Estos factores impactan directamente en el ejercicio de los derechos sociales y la inclusión de todas las personas, especialmente aquellas en situaciones de mayor vulnerabilidad.

Conceptos que usábamos hasta ahora, se ha visto que no son correctos como los de «nativos» o «inmigrantes» digitales. Actualmente he oído nuevos conceptos como residentes digitales o visitantes digitales.

Las personas visitantes digitales son usuarias que perciben internet como un espacio funcional. Utilizan la red para tareas específicas y eligen la herramienta más adecuada para cada tarea (ya sea un ordenador, un móvil o una tableta). No sienten la necesidad de crear una identidad digital y priorizan la privacidad y la seguridad de sus datos personales.

Por otro lado, las personas residentes digitales son usuarias más activas y participativas en la red. Ven internet como un espacio donde interactuar con amistades y colegas, difuminando las fronteras entre su vida en línea y fuera de línea. Utilizan las redes sociales para expresar su identidad, compartir opiniones y formar parte de comunidades en línea. Consideran las redes sociales como lugares para desarrollar relaciones personales y cultivar su identidad digital.

Volvamos a la brecha…  La brecha digital se refiere a las desigualdades entre las personas en cuanto al acceso, uso y aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Esta brecha puede estar influenciada por varios componentes que se pueden agrupar en tres grandes bloques: personal/individual, colectivo/social y estructural. «La brecha» por lo que no puede ser abordada desde una única perspectiva, hay que trabajar los diferentes niveles que afectan en la misma. Hagamos un desglose para poder verlos con más detalle

A nivel individual

Acceso a la Tecnología

• Disponibilidad de dispositivos: No todas las personas tienen acceso a computadoras, smartphones o tablets. La posesión de estos dispositivos es esencial para participar plenamente en la era digital.
• Conexión a Internet: La calidad y velocidad de la conexión a internet varían enormemente. En áreas rurales, la conexión puede ser lenta o inexistente, limitando las oportunidades digitales.
• Cobertura geográfica: Las personas que viven en zonas rurales o aisladas enfrentan mayores desafíos para acceder a una infraestructura tecnológica adecuada.

Conocimiento y Habilidades Tecnológicas

• Alfabetización digital: Saber usar dispositivos y navegar por internet es fundamental. Muchas personas necesitan formación básica para desarrollar estas habilidades.
• Educación formal e informal: Tanto la educación recibida en escuelas como la que se obtiene a través de cursos comunitarios o autoaprendizaje es vital para reducir la brecha digital.

Motivación y Actitudes

• Interés y curiosidad: La disposición para aprender y utilizar nuevas tecnologías varía entre las personas. Es importante fomentar una actitud positiva hacia la tecnología. En ocasiones el sentimiento de inseguridad hace que las personas se muestren reticentes.
• Relevancia percibida: Si las personas no ven la utilidad de la tecnología en su vida cotidiana, es menos probable que la adopten.

Lenguaje y Contenidos

• Disponibilidad de contenidos en el idioma nativo: Es crucial que los recursos y servicios digitales estén disponibles en el idioma que habla la persona.
• Comprensibilidad: El lenguaje técnico puede ser una barrera. Es necesario que los contenidos sean claros y accesibles.

Accesibilidad

• Discapacidad: Las personas con discapacidades necesitan tecnologías y recursos adaptados para poder participar en la era digital.
• Diseño inclusivo: Implementar principios de diseño universal ayuda a asegurar que las interfaces tecnológicas sean accesibles para todas las personas.

 

A nivel social

Contexto Socioeconómico y Cultural

• Ingresos y nivel socioeconómico: La capacidad económica para adquirir dispositivos y servicios tecnológicos es un factor clave.
• Nivel educativo: La relación entre educación y capacidad para adoptar tecnologías es significativa. A mayor nivel educativo, mayor posibilidad de superar la brecha digital.
• Género: Las mujeres y las niñas a menudo enfrentan barreras adicionales para acceder a la tecnología debido a roles y expectativas de género.
• Cultura y normas sociales: Los valores culturales y las normas sociales pueden influir en la adopción de tecnologías.

Apoyo Institucional y Comunitario

• Políticas gubernamentales: Las iniciativas públicas pueden promover la inclusión digital mediante la implementación de políticas específicas.
• Redes comunitarias: El soporte comunitario, como programas de alfabetización digital, es fundamental para reducir la brecha.

Seguridad y Privacidad

• Conciencia sobre la seguridad en línea: Es importante que las personas conozcan los riesgos y las prácticas de seguridad en internet.
• Confianza en la tecnología: La confianza en la privacidad y seguridad de las herramientas digitales es crucial para su adopción.

A nivel Estructural

Contexto Geopolítico

• Regulaciones y censura: Las leyes y políticas pueden limitar o facilitar el acceso a ciertos contenidos en internet.
• Conflictos y estabilidad política: La estabilidad política influye en la infraestructura tecnológica y el acceso a la información.

Innovación y Actualización Tecnológica

• Obsolescencia tecnológica: El uso de tecnologías obsoletas frente a las más actuales puede ser una barrera significativa.
• Acceso a innovación: La disponibilidad de las últimas innovaciones tecnológicas puede marcar una diferencia en la brecha digital.

Barreras Lingüísticas y Educativas

• Multilingüismo: Es fundamental que la tecnología y los contenidos estén disponibles en múltiples idiomas.
• Educación en TIC: La inclusión de tecnologías de la información y la comunicación en los currículos escolares es esencial para preparar a las futuras generaciones.

Infraestructura Tecnológica

• Redes de telecomunicaciones: La calidad y cobertura de las redes de telecomunicaciones son determinantes.
• Centros de acceso comunitario: Espacios comunitarios con acceso a internet pueden ser una solución temporal pero efectiva en muchos momentos.

Entorno Familiar y Social

• Apoyo familiar: El estímulo y soporte del entorno familiar son vitales para el uso de la tecnología.
• Normas y expectativas sociales: Las expectativas sociales también juegan un papel importante en la adopción de tecnologías.

Mercado y Competencia

• Oferta y demanda: La disponibilidad de proveedores de servicios y dispositivos tecnológicos y la competencia entre ellos afectan la accesibilidad.
• Costos de servicios y dispositivos: Los precios pueden ser una barrera significativa para muchas personas.

La brecha digital es un problema multifacético que requiere una comprensión profunda y un enfoque integral para ser abordado. Es esencial considerar todos estos factores para diseñar políticas y programas que promuevan la inclusión digital y aseguren que todas las personas, independientemente de su situación, puedan ejercer plenamente sus derechos en la era digital.

Como educadora social, nuestro papel es crucial para reducir esta brecha, promoviendo la alfabetización digital, facilitando el acceso a la tecnología y fomentando una cultura de inclusión y equidad.